Monday, October 12, 2009

Real del Monte



Este domingo me fui con mi novia a Real del Monte ida y vuelta a festejar que somos bien ch^ng*nes. La idea era simplemente pueblear y comer rico y barato. Me levanté (aunque usted no lo crea) a eso de las 7:30 de la madrugada. Pasé por la acompañante y enfilamos hacia Pachuca.

No pienso relatar paso a paso nuestro deambular por los rumbos de Hidalgo. Basta recomendarles que se den una vuelta por ahí, y de paso visiten los prismas basálticos y la Hacienda de Santa María Regla, muy lindos lugares. ya en Real del Monte comimos, fumamos y echamos un helado. Justo cuando decidimos ir de vuelta porque no encontrabamos un lugar donde tomar un café nos percatamos de que no habíamos investigado una callecita. ¡Oh sorpresa! El festival internacional del paste 2009 estaba dispuesto a lo largo de una gran carpa.

Nunca había probado los paste, y vaya que me había perdido de algo. Por tonto no tomé el nombre del lugar donde los compré para recomendarlo, pero estaban de rechupete. El café de olla delicioso, el servicio muy bueno, el clima excelente, aunque como buena localidad hidalguense un viento helado sopla a partir de las 5 de la tarde. En general fue un día maravilloso, muy recomendable visitar este lugar y comer unos paste.

Ya más a manera de anecdotario le platico la sandez que hizo su sensei (así es, me refiero a mí, mis pequeños padawans). Como acostumbro salí con el presupuesto un tanto apretado, pero la verdad es que suficiente para todo lo que hicimos. Pues resulta que me gustaron tanto los pastes que decidí gastar lo que me quedaba de presupuesto en una carga más de pastes, y dejar 50 pesos y algunas monedas para la caseta de regreso. Una vez enfilados al coche para emprender viaje de vuelta a la urbe del estrés recordé algo terrible: el estacionamiento se pagaba a la salida.

La pobre de mi novia tuvo que soplarse un rato de malviaje y se dio a la tarea de buscarle el lado cómico. Y así es como acabamos siendo una pareja de fresotas chilangos, en lino y abrigo largos respectivamente, pidiendo limosna en un pueblo hidalguense. Y sí, tuvimos que recurrir a la bondad de 2 amables jóvenes para completar lo del estacionamiento. Esto después de hacer 4 intentos infructuosos con otras personas. ¿De verdad es tan difícil prestar 10 malditos pesos? No es como que los fuéramos a gastar en drogas o prostitución, ni como que los estuvieramos pidiendo nomás por pasar un buen rato. Como sea, los $10 que nos fueron donados por esta pareja completaron la tarifa del estacionamiento.

El regreso fue más largo que la ida. Pero las 3 horas acumuladas de carretera en el día valieron la pena. Un buen día, excelente compañía, deliciosa comida y una anecdota más al libro de "las p+ndej^das del mac en sus salidas del D.F."

3 comments:

Ricardo Otero said...

No aprendes de tus presupuestos apretados!!! No te acuerdas de tu viaje a León???

Y por cierto, que no te comiste el paste que te traje de la Final? Mal hermano, malo.

(Hubiera pagado hasta tu comida por ver la escena donde mendigas para pagar el estacionamiento, jajajaja)

wslamexe said...

No mames MAC.... jajajajaja... deberias leer mas seguido TUS PROPIAS ANECDOTAS.... UNA.... es anecdota... DOS.... es PATRON DE COMPORTAMIENTO..... no mames hahahahahahaha esta pokamadre!!!!! jajajajajajaja

luz elena said...

cabe mencionar en cuanto a el arte de limosnear la cuarta es la vencida ;)muak