Thursday, November 10, 2005

De regreso?

Nunca me ha gustado la química, mucho menos este semestre que sencillamente no me ha convencido el estilo catedrático tipo escuela diurna Benito Juárez #54 de mi extraño intento de profesora. Pero ayer fue demasiado. Aún recuerdo aquel día de diciembre en el que el "anti-fútbol" con perfecto orden de mis pumas anuló sin más al Monterrey desde el primer partido de la final. Los pumas se coronaron desde ese partido en CU, y fueron a finiquitar el trámite días después al tecnológico. Ese fue el último momento grande que viví en el templo auriazul. Desde entonces todo han sido victorias mediocres, derrotas difíciles o intolerables ridículos. Ayer estaba convencido de ir a CU, excepto por un pequeño detalle: no es conveniente que falte más a mi semi-nocturna clase de química. No lo voy a negar, no esperaba que los Pumas ganaran, mucho menos de esa manera, pero estaba ansioso por ir, y la maldita clase de química no me dejó.

Vi el partido a través de una mediocre transmisión de Fox Sports con un par de locutores que no daban ni para entender el concepto de "offside pasivo". Fueron 70 minutos de tremenda desesperación por parte del Mac. Otra vez la historia tantas veces vista: Los pumas dominaban, convencían, pero no anotaban. Otra vez entró Marioni con promesas poco convincentes como todos los partidos desde su regreso. Un penal que consiguió De Nigris con un remate que se fue a estrellar a la mano de un defensa marcó el inicio de lo que promete ser un importante regreso del equipo. Cayo el primer gol de los pumas y el Mac brincó como bala del sillón, y no se volvió a sentar.

Marioni hizo y deshizo en el área rival. Clavó el penal con mas convicción que técnica, robó un balón dentro del área para regalarle un gol a Leandro, y definió con maestria una jugada exquisita de Leandro y Botero. Otra vez el equipo se cargaba de ese disfrute que no se les veía en todo el año, otra vez botero y Marioni se sonreían, Beltrán levantaba la cara, Verón no dejaba pasar a nadie, y las tribunas se encendían como antes. Los pumas están en la semifinal de la Copa Nissan Sudamericana ante un equipo que ridiculizó al "todopoderoso" américa. Esta victoria fue solo un paso, pero mucho más allá de ser una victoria ante el campeón de la liga brasileña, es una trascendental victoria para la mentalidad y la tranquilidad del equipo.

No hay que cantar victoria, ni mucho menos pensar que esto es un definitivo final de la sequía auriazul, pero sin duda hay que festejar este triunfo y esperar que el equipo siga mostrando de nuevo esta cara de frente a los retos próximos. No olvidemos que se nos viene una copa libertadores el próximo año y más vale estar preparados. Y para el 30 de noviembre que recibamos aquí al Velez, no habrá clase de química que detenga mi camino al templo de Ciudad Universitaria, lo juro.

El mac sonríe.

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