Friday, February 12, 2010

¡¡¡Polecía!!! #Chilangaderas


Lo que es no tener nada que escribir, que hasta a nuestro honorable cuerpo policial le dedicamos letras en Mundo McKabro. Para que vean que aquí no discriminamos... hablamos hasta del último eslabón de la cadena evolutiva: el puerco (con toooooodo el respeto que se merecen).

Les dejo una de esas anécdotas casuales de martes por la tarde: El cruce de insurgentes y eje 6, ahí junto al estadio azul, dónde el Cruz Azul "intenta" (porque ya decir que "juega" es exagerar). Se pone el verde para los que venimos por eje 6; los atascados que vienen por insurgentes se quedan estorbando el paso de los primeros dos carriles por necios y por falta de sentido común; su servidor iba en el tercer carril; justo cuando estaba a punto de pasar, se avienta otro p*nd+jo  (ya con el alto BIEN puesto) que venía sobre insurgentes y me tapa el paso. Abro la ventana y entablo airado diálogo con el panzón limítrofe que jugaba a dirigir el tránsito:

yo: "¡Fíjate!"
panzón limítrofe: "¿Qué?"
yo: Se están pasando el alto en tu cara
panzón limítrofe: "¿Y qué quieres que haga?"
yo: "¡Tu trabajo cabrón!, levántale una infracción"
panzón limítrofe: "¡Cállate idiota!"

Hay que aceptar que su manejo de la situación fue elegante, eficaz y muy profesional. Les dejo una de esas anécdotas de diciembre en el centro histórico: Plaza de la tecnología, 3:30 de la tarde en 21 de diciembre. Lleno di-a-madres, plena luz de día. Un tipo me arrebata mi celular de las manos, me toma del cuello y me tira al piso antes de salir corriendo y perderse entre la implacable multitud. Segundos después veo a un efectivo de la policía a metros de distancia (eso de llamarles efectivos es un sárcasmo muy severo, ¿verdad?). Me acerco y entablo un preocupado diálogo:

yo: "Jefe me acaban de robar el celular"
el efectivo: "No me diga joven, ¿quién?"
yo: "Pues un tipo, aquí enfrentito"
el efectivo: "Si joven, así son aquí..."
yo: "¿Cómo que así son?, ¿no puede hacer nada?"
el efectivo: "¿Y qué quiere que nosotros hagamos joven?"
yo: "Pues su chamba, estaba a 10 metros de donde estamos parados"
el efectivo: "Uyyyyy no joven, nosotros no podemos hacer nada... ¡hay que estar a las vivas!"

Así las cosas en territorio chilango. Mientras Marcelito "Pan y Circo" sigue con la mano dura en los alcoholímetros. No hay borrachos manejando, pero sí camioneros que se caen del segundo piso del periférico (donde tienen prohibido transitar). No hay atropellados, pero si baleados en los baños de un bar. Hay menos choques; pero el choque con nuestra triste realidad es inminente: Nuestra ciudad está peor que nunca.

Como diría Jaime Sabines: "Juega uno a vivir".

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